Cualquier voz disidente al falso país que defienden con la manipulación planificada a la opinión publica, es suficiente para algunos falsos y ex periodistas (abandonaron el ejercicio periodístico para meterse a políticos baratos), lanzar improperios contra quienes ejercen el periodismo serio, objetivo y crítico sobre la real situación que vive la nación.
Esos políticos disfrazados de periodistas han asaltado medios de comunicación, llevan mensajes distorsionados a la familia dominicana, comenzando con que todo esta bien, muy bien, demasiado, excelente en República Dominicana.
Esos ex periodistas fanatizados pierden credibilidad, pues muy pocos creen lo que expresan y con su accionar irrespetan su pasado histórico. Esos ex periodistas politizados no admiten que hay una alarmante crisis moral en República Dominicana.
Desconocen que oficialmente se admite que en el país se producen 20.6 atracos diarios. Es posible que muchos hechos delincuenciales no sean reportados a las autoridades policiales, pues a veces da mucho trabajo hasta poner una querella en un cuartel policial.
Para esos ex periodistas metidos a políticos no ha pasado nada, absolutamente nada, en la Oficina Técnica del Transporte (OTTT).
Para esos políticos que han asaltado los medios de comunicación todo es color de rosa en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, a la que el mismo presidente de la República ha ordenado una depuración porque han sido permeadas por el narcotráfico.
Además, son normales las pugnas que se produzcan en las Fuerzas Armadas, más cuando es normal que grupos de oficiales se disputen el poder en las esferas militares y luego de que se anunciara que se enfrentaría las lacras permeadas por el narcotráfico, lo que ha llevado a una depuración y a la creación de la Dirección de Asuntos Internos para darle seguimiento al comportamiento de los militares.
Para esos ex periodistas enganchados a políticos ejercer el periodismo objetivo es quedarse en el pasado. Eso es lo que se llama una comodidad cuando no se dispone de argumentos para entrar en un debate serio sobre la situación nacional.
Para esos ex periodistas politizados solo está correcto en el país lo que haga el gobierno, no lo que realmente ocurre en la sociedad, castigada por el deterioro moral, auge de la pobreza, costo de la vida, delincuencia, infiltración del narcotráfico en las diferentes esferas publicas y privadas, lavado de dinero, corrupción y otros males.
Primicias ratifica que el país esta cansado de delincuentes, corruptos y ciudadanos y ciudadanas que buscan acumular fortunas través de fraudes y el narcotráfico
Primicias reproduce su nota editorial de la semana pasada porque su contenido no tiene desperdicios:
Deterioro moral en República Dominicana
El doctor Víctor Gómez Bergés, destacado político, abogado y uno de los conductores del muy escuchado programa radial El Gobierno de la Tarde, por Z-101, hizo esta semana una reflexión que no tiene desperdicios sobre el deterioro moral en Republica Dominicana.
Ese deterioro moral lo vivimos diariamente en una nación cansada de delincuentes, corruptos y ciudadanos y ciudadanas que buscan acumular fortunas a través de fraudes y el narcotráfico.
Pero no se para ahí, pues algunos legisladores, regidores, síndicos y funcionarios aprovechan sus funciones para ampliarse privilegios económicos pagados por los sufridos contribuyentes dominicanos.
Ese deterioro moral se confirma con la operación de bandas de sicarios al servicio del narcotráfico.
Ese deterioro moral es reproducido por desfalcadores de fondos públicos, sin que pase nada en este país.
Por quienes extraen ilegalmente materiales de construcción con granceras.
Por quienes quiebran a los productores nacionales con permisos de importación de alimentos que pueden ser producidos en el país.
Por algunos miembros de los cuerpos armados que manchan sus uniformes cuando se involucran en el sucio negocio de las drogas. Por quienes utilizan el lavado de dinero y otros activos para enriquecer y tapar fortunas sucias.
Por traficantes de personas.
Por contrabandistas en la frontera.
Por los miembros de bandas armadas que roban ganado, víveres y vegetales en el campo.
Por contrabandistas que intentan burlar el fisco en los aeropuertos y puertos del país.
Por evasores de impuestos que irrespetan el país.
Por quienes se roban la energía eléctrica, perjudicando a los que pagamos el servicio. Por los falsificadores de dinero.
Por quienes alteran documentos para evadir la persecución de la Justicia.
Por ladrones de fondos públicos.
Por quienes llegan a una posición pública y privada y quieren emplear su familia completa.
Por regidores de ayuntamientos que antes eran honoríficos y ahora cobran altas sumas por sus deficientes funciones.
Por quienes se meten en rojo en los semáforos. Por quienes utilizan la violencia intrafamiliar deteriorando la sociedad dominicana.
Por quienes consumen y trafican drogas.
Por quienes utilizan en la Frontera el negocio para exprimir a los ilegales haitianos que tratan de penetrar a territorio dominicano.
Por quienes quieren ganarse todo el dinero y no aportar nada al desarrollo nacional.
Por quienes sacan del país sus capitales y quieren desarrollar negocios con el dinero ahorrado por otros.
Por los que construyen obras abultando presupuestos y perjudicando el Estado y empresas privadas. Por policías macuteros en las calles que utilizan las redadas para hacerse de dinero.
Por policías que cobran peajes.
Por algunos militares y policías que prefieren ligarse al narco buscando dinero sucio.
El tema requiere mas espacio.
Sin embargo, ese deterioro moral puede llevar a este país a una situación de impredecibles consecuencias que debemos evitar.
La preocupación de Gómez Bergés, un gran amigo de Primicias, no tiene desperdicios.
Es responsabilidad de todos evitar una gran desgracia a esta nación
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