La moda: “Lugo tiene corazón, pero no usó el condón”
'Lugo tiene corazón' fue el eslogan de la campaña del presidente Fernando Lugo. Ahora, 'Lugo tiene corazón, pero no usó el condón' es el estribillo de la canción que se mofa del culebrón que protagoniza el ex obispo, al que le aparecen hijos por todas partes. Ya son seis, y se ha creado un equipo dentro de la Secretaría de la Niñez y de la Mujer para estudiar las supuestas paternidades del presidente.
Esta canción cuenta el culebrón de Lugo, en clave de humor. Vídeo: Clarín.com
Una tercera mujer ha hecho público que tiene un hijo del presidente paraguayo, el ex obispo Fernando Lugo. A diferencia de las otras dos y de, al parecer, otras tres más que aún no han salido a la luz, no va a denunciarle porque el presidente "no tiene dudas" de que es su hijo y está dispuesto a reconocerlo. Ella asegura que no le va a reclamar nada. El escándalo coincide con la polémica remodelación del Gobierno que para la oposición sólo pretende desviar la atención. El presidente suspendió un viaje oficial por el escándalo.
Damiana Hortensia Morán, ex activista de la campaña electoral 'Lugo tiene corazón' que catapultó al ex prelado a la presidencia en las elecciones del 20 de abril de 2008, ha anunciado que se está formando un equipo para atender a las mujeres que reclamen la paternidad de Lugo. En esa comisión trabajará la Secretaría de la Niñez, la de la Mujer, así como "casi todas las mujeres que están en el gabinete". Según Morán, el equipo canalizará "todas estas denuncias y hacerlo en forma transparente, sin guardar nada".
Morán ha explicado que decidió contar su caso porque le llegó "la información de seis mujeres que iban a reclamar la paternidad al Presidente y que entre ellas estaba yo. Actué sobre esas informaciones". Damiana, de 39 años, está divorciada desde hace cinco años, época en que asegura conoció a Lugo, tras un matrimonio que duró 17 años, del cual tuvo dos hijos, que ahora tienen 20 y 21 años. Pero señala que los contactos íntimos se produjeron en 2006, "después de que renunciara como obispo de San Pedro (en 2004)".
Entonces Lugo estaba al frente de la plataforma cívica Resistencia Ciudadana, de efímera existencia en 2006 antes de dar vida a la hoy oficialista Alianza Patriótica para el Cambio (APC), integrada por varios partidos políticos y organizaciones sociales y de izquierda.
"Lo que puedo asegurar es que fue una gran entrega y que fue una explosión de sentimientos, y por esas cosas de Dios y de la vida, nace un fruto, que es Juan Pablo", de un año y cuatro meses, ha explicado Damiana.
Otras dos mujeres, Viviana Carrillo y Benigna Leguizamón, han exigido a Lugo el reconocimiento de sus hijos, pero hasta ahora el presidente sólo ha iniciado los trámites para que el hijo de la primera lleve su apellido.
Al parecer, está en marcha una denuncia contra el presidente por parte de cinco mujeres que le reclamana la paternidad de sus hijos. Y eso que durante la mayor parte de su vida ha sido sacerdote.
"Claro, hay chistes y tomaduras de pelo por toda la República de que van a aparecer cinco o seis, dieciséis hijos. Y bueno, se verá en cada caso", señaló la ministra de la Mujer, Gloria Rubín, después de una reunión con Lugo para analizar el caso de Benigna Leguizamón.
"Si es tan cierto que (Lugo) tiene tantos hijos, la Secretaría de la Mujer va a tener que estar al servicio de todas las mujeres que vienen a reclamar la paternidad responsable", aseveró la ministra y la principal referente de una organización que asiste a mujeres maltratadas o desamparadas.
Hace más de 15 días que se desató un escándalo sin precedentes que involucra al presidente Fernando Lugo y sacudió a su Gobierno. Hoy sigue enredado en la telenovela política que desnuda su vida privada ante la aparición de tres mujeres (por ahora) que aseguran tener un hijo en su época de obispo. Lugo reconoció la paternidad de un hijo, hasta ahora.
En tanto, las acciones gubernamentales están paralizadas y lo poco que se hace es para minimizar el escándalo.
Asesores de la Presidencia evalúan el impacto del "affaire" que tuvo el mandatario cuando era obispo y las consecuencias nacionales y también en el plano internacional.
El primer caso que apareció el Miércoles Santo con la denuncia presentada por los abogados de la joven Viviana Carrillo movilizó a todo el aparato estatal. En plena Semana Santa, los principales colaboradores de Lugo se reunieron durante dos días para buscar una salida y plantear una estrategia.
El lunes, después de Pascuas, el tema central en Palacio de Gobierno fue el reconocimiento de la paternidad del pequeño Guillermo Armindo. La noticia recorrió el mundo.
Ese miércoles se internó en Mburuvicha Róga para preparar su viaje y su esquema de relanzamiento de Gobierno al cumplirse un año de la victoria. Partió el jueves rumbo a Venezuela, y permaneció fuera del país hasta el domingo en Trinidad y Tobago.
Regresó el domingo a la noche y al día siguiente se desayunó con la noticia de una nueva denuncia que fue mayúscula superando en escándalo a la primera, ya que Benigna Leguizamón, una humilde mujer golpeada por la pobreza extrema, denunció que tiene un hijo de seis años y que Lugo la abandonó a su suerte.
La información se difundió el 20 de abril, aniversario de la victoria electoral de la Alianza Patriótica para el Cambio, pero el festejo pasó totalmente a segundo plano.
Lugo no tuvo otra salida y apresuró los cambios de cuatro ministros para tapar el escándalo. Esto a pesar de que un día antes se encargó de confundir con sus declaraciones de que los cambios de hombres se darían en forma gradual.
Ayer apareció la tercera mujer pero con tono más conciliador, buscando "limpiar" el nombre de Lugo. El mismo día en que Benigna lo demandaba judicialmente reclamando la paternidad.
El asesor internacional Gustavo Codas aseguró que el impacto del escándalo de paternidad no afecta la relación del Gobierno con otros estados. "Habría que mirar las cuestiones de imágenes que son subjetivas. Habría que ver su dimensión con una medición en las encuestas que se hacen en América Latina", apuntó. Y acotó que no está en condiciones de evaluar si el caso afectó o no la relación con el Vaticano.
Lo concreto es que Lugo suspendió su viaje a Washington, donde tenía que disertar ante organismos internacionales.
Para colmo, la lista de escándalos parece que seguirá abierta
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